BIOGRAFIA DE SEBASTIAN SALAZAR BONDY
En
la poesía de Sebastián Salazar Bondy, como en su teatro, que empezó a
cultivar después, hay una veta limeña de corte costumbrista, de alguien
que se deleita en la contemplación de los rincones más escondidos de su
ciudad.
Esto no convierte a una escritura en valiosa. Pero si entraña un peligro para quien asume ese riesgo.
Conforme se fue decantando la poesía, Salazar alcanzó una pericia verbal que pocos poetas tienen, la ciudad se fue poblando con amigos, amores, desdichas, y entonces su poesía se fue haciendo más honda y conmovedora, a tal punto que cuando murió el mayor reconocimiento que ha tenido después es como poeta.
Esto no convierte a una escritura en valiosa. Pero si entraña un peligro para quien asume ese riesgo.
Conforme se fue decantando la poesía, Salazar alcanzó una pericia verbal que pocos poetas tienen, la ciudad se fue poblando con amigos, amores, desdichas, y entonces su poesía se fue haciendo más honda y conmovedora, a tal punto que cuando murió el mayor reconocimiento que ha tenido después es como poeta.
El tacto de la araña, de 1966, es uno de los libros más intensos del siglo XX. Allí el poeta hace el balance de su vida y avizora la muerte.
La
hondura no está solamente por la elección temática sino por la
serenidad epicúrea con la que va repasando sus afectos, sus amores, sólo
que ahora no es un nostálgico del pasado limeño, sino un conmovido
ciudadano del PERÚ comprometido con el sufrimiento de sus compatriotas,
dueño de una dicción mas clara y verdadera.
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